Nuestro objetivo principal es acompañar a los niños en esta etapa tan importante de su vida, ayudándoles a crecer en las diferentes áreas de su desarrollo
- Construcción del yo, desarrollo de la personalidad
- Regulación de los estados emocionales
- Expresión de necesidades, emociones, afectos
- Autocontrol
- Capacidades comunicativas verbales, corporales y gestuales
- Comprensión de las intenciones del otro
- Comprensión del discurso verbal del otro
- Expresión de necesidades, deseos, rechazos, afectos y estados emocionales
- Desarrollo del lenguaje verbal en sus aspectos fonético, léxico, semántico, morfosintáctico y pragmático
- Participar en juegos y actividades colectivas
- Escuchar, esperar
- Respetar, cooperar, colaborar, ayudar, empatizar
- Hacerse respetar y hacerse escuchar
- Expresar, comunicar
- Capacidad de frustración
- Desarrollo de la personalidad asertiva
- Capacidad de observación e imitación
- Recordar, memorizar
- Despertar su curiosidad
- Capacidad de prever, prevenir, anticipar
- Relaciones causales, temporales, jerárquicas
- Imaginar, crear, transformar, modificar, replantear, elaborar hipótesis
- Buscar soluciones y alternativas a un problema
Proporcionándoles SEGURIDAD, para que adquieran CONFIANZA para EXPLORAR, priorizando la RELACION, COMUNICACIÓN e INTERACCION SOCIAL con los compañeros y las profesoras, organizando DIVERSIDAD DE EXPERIENCIAS, a través del JUEGO, y ACTIVIDADES LUDICAS y MULTISENSORIALES; y orientando a la FAMILIA, con la que estamos en contacto continuo. Cada niño consigue su patrón de desarrollo a su propio modo y ritmo; y la propia singularidad de cada niño es la que nos indica cómo ajustarnos a sus necesidades.
El Método de las Inteligencias Múltiples
La inteligencia no es única ni uniforme, sino que se puede ser inteligente de formas distintas, es decir, hay “múltiples inteligencias”
Nuestra metodología pedagógica está basada en la Teoría de las Inteligencias Múltiples y Estilos de Aprendizaje de Howard Gardner.
Howard Gardner (Scranton, Estados Unidos, 1943) es un psicólogo, pedagogo, investigador y profesor de la Universidad de Harvard, conocido por sus investigaciones en el análisis de las capacidades cognitivas y por haber formulado la Teoría de las Inteligencias Múltiples, la que lo hizo acreedor al Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en el año 2011.
En 1970, un año antes de doctorarse, se convirtió en codirector del Proyecto Zero, un grupo de investigación creado en 1967 por la Escuela Superior de Educación de Harvard, cuyo objeto de estudio eran los procesos de aprendizaje de niños y adultos. Los trabajos de investigación de Howard Gardner, que acabarían propiciando cambios significativos en los modelos educativos, lo llevaron a la conclusión de que la inteligencia no se reduce a una sola.
Siempre se había considerado la inteligencia como algo fijo que no cambia: tenemos un determinado cociente intelectual que nos acompañará desde que nacemos durante toda la vida. Hoy sabemos que esto no es así. La inteligencia se define como una “capacidad”.
Al definir inteligencia como capacidad, se convierte en una destreza que se puede desarrollar
Existen hasta 8 tipos distintos de inteligencias: lingüística, lógico-matemática, espacial, musical, corporal-cinestésica, interpersonal, intrapersonal y naturalista
Cada persona posee un perfil determinado de inteligencias, es decir, posee un grado distinto en la intensidad de cada una de ellas. De esta manera sabemos qué capacidades son las más desarrolladas en un individuo y cuáles necesitan de más estímulo para alcanzar un buen desarrollo.
Observando el perfil de inteligencia de cada niño también se podrá determinar cuál es la manera en que éste podrá adquirir mejor comprensión de las cosas; por ejemplo, si un niño tiene más desarrollada la inteligencia espacial, se beneficiará si le facilitamos imágenes durante su aprendizaje. Es decir, cada niño tiene una manera distinta de aprender.
La cuestión es descubrir cómo aprende una persona, hay cosas que todos debemos aprender, pero no hay ninguna razón para que las aprendamos de la misma manera
Saber que no todos aprenden de la misma manera ni al mismo tiempo, es fundamental para una educación de calidad
La Teoría de las inteligencias múltiples plantea la existencia de ocho formas distintas para aprender. De este modo, los individuos son capaces de conocer el mundo por medio del lenguaje, del análisis lógico-matemático, de la representación espacial, del pensamiento musical, del uso del cuerpo para resolver problemas o hacer cosas, de una comprensión de los demás individuos y de nosotros, así como del contacto con el medio que los rodea.
Nuestro objetivo es que la educación desde la más temprana edad, apunte al desarrollo integral de las ocho inteligencias
Educación Infantil es una de las etapas más importantes en la educación. La etapa que va de los 0 a los 3 años, y se extiende hasta los 6 años es la etapa de mayor plasticidad o permeabilidad cerebral de cara a los aprendizajes. Por esto esta etapa de la vida se considera una oportunidad única e irrepetible, y que merece la pena aprovechar. Estos primeros años de vida son privilegiados, porque en el cerebro todo está dispuesto para comenzar a desarrollarse en todo su potencial. Es increíble la cantidad de cambios que suceden a nivel cerebral durante este periodo de tiempo. El cerebro cambia, crece y se desarrolla con su uso, por eso es necesario ayudarle a crecer.
Los seis primeros años de vida del ser humano son fundamentales para el desarrollo de sus inteligencias
Para que este desarrollo alcance toda su potencialidad y multiplique su poder de conexión necesita una gimnasia, denominada “estímulos”. La importancia de los estímulos es muy grande, pero no lo es menos una alimentación equilibrada, un ambiente tranquilo, una grata compañía y el respeto por el sueño infantil.
Trabajaremos el estímulo de estas 8 inteligencias a través del juego
Entendemos el juego como un estímulo para el crecimiento. En los juegos no sólo hay una parte lúdica, sino también un contenido pedagógico, es decir, los juegos se desarrollan con la intención de provocar un aprendizaje significativo, estimular la construcción de un nuevo conocimiento y suscitar el desarrollo de una habilidad.
Son muchas las investigaciones y estudios sobre la mente humana en las que se pone de manifiesto las diferentes formas en que ésta puede ser estimulada progresivamente a través de juegos sencillos.