«To be, or not to be; that is the question!»
Y es que el ser y el no ser forman parte de la escala evolutiva de las personas y tiene un peso bastante importante en la infancia.
Los niños juegan a esconderse por el placer de ser encontrados. Para ellos desaparecer significa dejar de existir; si me tapo los ojos, ya no existo; si me escondo detrás de una cortina ya no existo… A los niños les encanta jugar a Cucu! No estoy, sí estoy!! Esconderse, desaparecer, y cuando el adulto lo encuentra, volver a reencontrarse a sí mismo, volver al mundo y a la existencia.
Desde bien pequeñitos jugar a esconderse les ofrece un espacio dónde jugar con la propia existencia, les ayuda en la construcción de su propio yo.
Fuente: jugarijugar.com